El Humedal Jaboque ha sido reconocido por la presencia de monolitos prehispánicos, que lo convierten en uno de los humedales de mayor interés arqueológico. Cuenta con un observatorio astronómico, monolitos que dispusieron nuestros antepasados Muiscas en cercanía al Río Bogotá. Al igual que otros pueblos indígenas de América, mediante la fijación de puntos de observación en los monolitos los muiscas del Jaboque determinaron las fechas para la siembra y la cosecha, pero teniendo en cuenta que la sabana permanecía inundada, dieron especial importancia a la determinación del comienzo de las épocas secas, en donde podían cultivar productos un poco más resistentes como la papa o el maíz.
Existen especies de flora exótica e invasora. Algunos de los árboles que predominan en el lugar son los Eucaliptos y las Acacias.
En el cuerpo de agua hay especies de vegetación como la Hierba de Sapo, Botoncillo y Gualola. Así mismo, en las zonas firmes se puede hallar vegetación como el Junco y la Enea; y en zonas húmedas, vegetación flotante como el Buchón.
En este humedal subsisten especies de aves tanto nativas como migratorias, entre las cuales se pueden encontrar la Tingua, Pato Turrio, Pato Canadiense, Garza Blanca, Cardenales, Canarios y Pericos de Anteojos. Cuenta con una extensión de 148 hectáreas.
